Entre las actividades de las Jornadas está prevista la visita al Monasterio de Veruela, cuya hsitoria ha estado ligada al vino desde sus inicios...
Regla de
San Benito: "...creemos
que es suficiente una hemina ((3/4 de litro) de vino al día por persona. Pero
aquellos a quienes Dios da fuerzas para abstenerse, sepan que tendrán una
recompensa especial”.
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Fotografía M.A. Santa Cecilia |
La función originaria de los monjes cistercienses que se asentaron
en el valle de Veruela, fue repoblar y cristianizar la zona, así como recuperar
costumbres prohibidas durante la dominación musulmana. En esta época se produjo un retroceso en el trabajo de la
vid y la elaboración del vino, ya que el Corán prohíbe el consumo de alcohol.
Debido a la influencia que el Cister
tuvo para recuperar este importante cultivo conoceremos Veruela desde un punto
de vista diferente, desde un enfoque gastronoómico y vitivinícola.
Descubriremos los mensajes que los monjes blancos dejaron repartidos entre las
piedras de este fascinante edificio, que tiene tanto encanto que cada día nos
enamora. No por casualidad llegaron hasta estas tierras los románticos hermanos Bécquer.
LOS BÉCQUER
Y VERUELA
“En efecto, en el fondo del
melancólico y silencioso valle, al pie de las últimas ondulaciones del Moncayo,
que levantaba sus aéreas cumbres coronadas de nieve y de nubes, medio ocultas
en el follaje oscuro de sus verdes alamedas y heridas por la última luz del sol
poniente, vi. las vetustas murallas y las puntiagudas torres del monasterio en
donde, ya instalado en una celda, y haciendo una vida mitad por mitad literaria
y campestre, espera vuestro compañero y amigo recobrar la salud.
En 1864 Los hermanos Bécquer,
Gustavo Adolfo y Valeriano, se alojaron en la Hospedería del desamortizado
Monasterio de Veruela y se dedicaron a recorrer las poblaciones del Moncayo en
busca de inspiración para su obra literaria y pictórica.
Ambos
hermanos realizaban colaboraciones conjuntas para periódicos de Madrid, una de
las cuales hace referencia concretamente a la tradición vitivinícola de estas
tierras: “Los dos Compadres”; el texto de Gustavo Adolfo y el dibujo de
Valeriano, dan fe de la existencia de bodegas particulares en el siglo XIX,
donde se elaboraba y conservaba el vino, pero también donde se reunían
familiares y amigos para celebrar momentos importantes del grupo.
Así pues, la tradición histórica de
las bodegas es larga en la zona, eran numerosas en todos los municipios, bien
situadas en montes o cabezos cercanos al pueblo, bien bajo las propias casas.
No en vano,
en la cilla del Monasterio de Veruela (antigua bodega de los monjes), DPZ ha
instalado el Espacio Béquer, donde descubriremos la valía tanto artística como
humana de estos dos genios del romanticismo.
VERUELA: LO QUE LAS PIEDRAS ESCONDEN.
Nunca podremos llegar a interpretar todos los secretos que esconde el Monasterio
de Veruela y eso es precisamente lo que lo
hace tan misterioso e interesante al mismo tiempo. ¿Por qué los monjes
cistercienses “escondieron” en la iglesia unas ménsulas que nos introducen
misteriosos ritos de iniciación?; ¿por qué en la sala capitular, que es uno de
los lugares más sagrados del Monasterio,
está representada la cruz cátara?; ¿a dónde nos conduce el laberinto que hay a
los pies de la iglesia?
El enfoque
de esta visita pretende despertar la curiosidad
del visitante y quizás, entre todos, aclarar “lo que las piedras
esconden”.
¡Os animamos a hacer esta increible visita!
Además la jornada continúa con un paseo por el
Parque Natural de Moncayo.
INFORMACION, RESERVAS Y VENTA DE TICKETS:
HOTEL BRUJAS DE BÉCQUER
976 64 04 00
recepcion@hotelbrujas.com
https://www.facebook.com/events/118492478336097/