martes, 5 de marzo de 2013

El Monasterio de Veruela y el vino

Entre las actividades de las Jornadas está prevista la visita al Monasterio de Veruela, cuya hsitoria ha estado ligada al vino desde sus inicios...

Regla de San Benito: "...creemos que es suficiente una hemina ((3/4 de litro) de vino al día por persona. Pero aquellos a quienes Dios da fuerzas para abstenerse, sepan que tendrán una recompensa especial”.

Fotografía M.A. Santa Cecilia
Fotografía M.A. Santa Cecilia
La función originaria de los monjes cistercienses que se asentaron en el valle de Veruela, fue repoblar y cristianizar la zona, así como recuperar costumbres prohibidas durante la dominación musulmana. En esta época  se produjo un retroceso en el trabajo de la vid y la elaboración del vino, ya que el Corán prohíbe el consumo de alcohol. Debido a la influencia  que el Cister tuvo para recuperar este importante cultivo conoceremos Veruela desde un punto de vista diferente, desde un enfoque gastronoómico y vitivinícola. Descubriremos los mensajes que los monjes blancos dejaron repartidos entre las piedras de este fascinante edificio, que tiene tanto encanto que cada día nos enamora. No por casualidad llegaron hasta estas tierras los románticos hermanos Bécquer.

LOS BÉCQUER  Y VERUELA

“En efecto, en el fondo del melancólico y silencioso valle, al pie de las últimas ondulaciones del Moncayo, que levantaba sus aéreas cumbres coronadas de nieve y de nubes, medio ocultas en el follaje oscuro de sus verdes alamedas y heridas por la última luz del sol poniente, vi. las vetustas murallas y las puntiagudas torres del monasterio en donde, ya instalado en una celda, y haciendo una vida mitad por mitad literaria y campestre, espera vuestro compañero y amigo recobrar la salud.

En 1864 Los hermanos Bécquer, Gustavo Adolfo y Valeriano, se alojaron en la Hospedería del desamortizado Monasterio de Veruela y se dedicaron a recorrer las poblaciones del Moncayo en busca de inspiración para su obra literaria y pictórica.

Ambos hermanos realizaban colaboraciones conjuntas para periódicos de Madrid, una de las cuales hace referencia concretamente a la tradición vitivinícola de estas tierras: “Los dos Compadres”; el texto de Gustavo Adolfo y el dibujo de Valeriano, dan fe de la existencia de bodegas particulares en el siglo XIX, donde se elaboraba y conservaba el vino, pero también donde se reunían familiares y amigos para celebrar momentos importantes del grupo.

Así pues, la tradición histórica de las bodegas es larga en la zona, eran numerosas en todos los municipios, bien situadas en montes o cabezos cercanos al pueblo, bien bajo las propias casas.

No en vano, en la cilla del Monasterio de Veruela (antigua bodega de los monjes), DPZ ha instalado el Espacio Béquer, donde descubriremos la valía tanto artística como humana de estos dos genios del romanticismo.

VERUELA: LO QUE LAS PIEDRAS ESCONDEN.

Nunca podremos llegar a interpretar  todos los secretos que esconde el Monasterio de Veruela y eso es precisamente lo que lo  hace tan misterioso e interesante al mismo tiempo. ¿Por qué los monjes cistercienses “escondieron” en la iglesia unas ménsulas que nos introducen misteriosos ritos de iniciación?; ¿por qué en la sala capitular, que es uno de los lugares más sagrados  del Monasterio, está representada la cruz cátara?; ¿a dónde nos conduce el laberinto que hay a los pies de la iglesia?


El enfoque de esta visita pretende despertar la curiosidad  del visitante y quizás, entre todos, aclarar “lo que las piedras esconden”.

¡Os animamos a hacer esta increible visita!

Además la jornada continúa con un paseo por el Parque Natural de Moncayo.


INFORMACION, RESERVAS Y VENTA DE TICKETS:


HOTEL BRUJAS DE BÉCQUER


976 64 04 00 


recepcion@hotelbrujas.com


https://www.facebook.com/events/118492478336097/

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